en la orilla
observo la nada
que de la orilla me espera,
con un viento sin aire
que repite sin cesar mi nombre
y que sin notar dejé de conocer
al no saber más lo que soy
quién fui.
en la orilla sigo sentada
mirando sin ojos
al corazón sangriento
que orilla abajo se despedaza
y grita el nombre del pecho
que abandonó:
el mío…
luciana onofre
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